martes, 21 de febrero de 2012


Una mañana te levantas y te das cuenta de las cosas que han ocurrido, te derrumbas pero piensas en lo que queda por venir, que ya sabes el dicho ese, cuando se cierra una puerta, una ventana se abre, que no hay mal que por bien no venga y que lo bueno esta por llegar. La historia se interrumpe, ni tú ni nadie sabe lo que queda por llegar o lo que va a ocurrir, le pones un punto y seguido por si algún día viene él y quiere continuar. Tú no sabes cuanto tiempo puede quedar para eso o si llegará ese día. Cierras los ojos y te das cuenta de que tienes que seguir para adelante, sea como sea. Que tienes que hacer todo por y para ti, sin pensar en nadie más, y que ahora es el momento de disfrutar, el momento de ser feliz, porque si tú no lo eres, nadie vendrá a serlo por ti.
- ¿Te acuerdas de aquella tarde que te prometí un para siempre? Lo decía enserio..

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